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Jesus, Lava mis pies

  • Foto del escritor: Gisela Movilla
    Gisela Movilla
  • 24 sept 2019
  • 2 Min. de lectura

Mientras meditaba en la palabra de Juan 13 cuando Jesus le lavaba los pies a sus discípulos, el amor del maestro me impacto. Escribí ciertas notas y luego continue con mi día, limpiando la casa pero aquella escena no la podia borrar de mi mente.


Al llegar la noche quede sola en casa y volví a mis notas sentada en el comedor y solo guarde silencio . Me sentía que estaba presentándome ante el Señor en total transparencia y rendimiento. No podia hablar, guarde silencio por un rato, de repente salieron de mi las lenguas del Espíritu Santo brevemente, y luego le dije a Jesus: "Jesus lava mis pies"...

automáticamente sentí que mi Corazon se compungió y saltaron lagrimas de mis ojos y allí con un sollozo salió este cántico viejo de himnario pero con poderoso mensaje que dice

"Lávame en tu Sangre Salvador, límpiame de toda mi maldad, traigo a ti mi vida para ser Señor tuya por la eternidad".


Solo cante esta linea de este cántico, entre sollozo y voz entrecortada, al terminar de cantarla vi en vision a Jesus con su tierna sonrisa que me miraba desde mi sala y en su cintura tenia ceñido un manto, y escuche claramente que me dijo:" Hija, aquí estoy, vine a lavarte los pies".


Su Presencia estaba allí conmigo el sábado en la noche, fue una visita poderosa!.


Cuando Jesus le dijo a Pedro que estaban limpios, sino que solo había que lavar los pies se refería a la Salvación , pero todos nosotros en el día a día se nos pega el polvo de este mundo y estas son las cosas que a diario le rendimos al Señor para que nos limpie. No estoy hablando de pecados de muerte, pero las reacciones de nuestras emociones, la carne, un mal comentario, un mal pensamiento, una murmuración, una duda, una frustración, todas estas cosas son el polvo que recogemos en nuestro diario vivir que si no lo rendimos al Señor se convierten en estorbos para una relación continua con nuestro Dios.

Como Jesus le dijo a Pedro: si no te dejas lavar no podrás tener parte conmigo.


Lo que yo sentí el sábado en la noche con su visitación, fue maravilloso, dulce y su amor lleno mi vida de paz y seguridad.


Amigo(a) cuando te sientas abrumado, cargado llama al Maestro, a Nuestro Jesus y Rey y dile: "Jesus, lava mis pies", y el lo hará, el solo espera nuestro rendimiento total.


1ra de Pedro 5:6-10 dice:Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que el os exalte cuando fuere tiempo; 7- echando toda vuestra ansiedad sobre el, porque el tiene cuidado de vosotros. 8- Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 9- al cual resisted firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. 10- Mas el Dios de toda gracia, que nos llamo a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, el mismo os perfecciones, afirme, fortalezca y establezca.


Dios les bendiga!



 
 
 

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